Colección: «Sin Historia» (2021-23)

 

«Presentar esta exposición duele porque hemos llegado a una situación que reclama toda nuestra atención y todo nuestro esfuerzo para luchar contra esta horrible lacra es imposible decir no saber ,es imposible pasar de puntillas, tratando de ocultar a nuestros ojos la violencia cotidiana a la que se ven sometidas todas las víctimas que el conjunto social mira con indiferencia y en algunos casos justifica como alguien despreciable, asesinable y culpable por dejarse asesinar. Presentar este horrible drama que está sucediendo todos los días a personas que sienten una total indefensión, ya que se encuentran en el lugar más íntimo, en el lugar que más protección les debería dar, en el único lugar donde realmente se sintiesen totalmente seguras y es precisamente en ese Es en el lugar de más cobijo y confianza donde se desarrolla este drama, la violencia de género, el machismo, ante la mirada expectante de la sociedad, es como si fuese un terrorismo doméstico, en la intimidad del hogar, el lugar que más se debe proteger. Este silencio, por parte de la sociedad, activo o pasivo, el que hace a las víctimas doblemente víctimas, la violencia cotidiana impregnada de negatividad en la vida común, que endurece su discurso ante el conjunto de la sociedad indiferente, que crea silencios de miedo por cercanía para no dejarse arrastrar a ser víctimas también, dando la espalda, fingiendo no saber, pasando de puntillas sin querer ver lo que pasa, inactividad que se conjuga con vergüenza para evitar ser identificada como otra víctima más, fingiendo que todo va bien en el rol marcado por la sociedad de familia perfecta, la que en ningún caso quiere salir de su zona de confort y cualquier alteración puede desencadenar un maremoto, por lo que no ayuda a la maltratada. Hay que romper aptitudes y dejarse aconsejar por las personas preparadas que ellas saben como hacerlo y cuando se puede y debe hacer».»

ARBEITZ